La paradoja de la desintoxicación
´Junio 2024
El otro día en un taller, una persona muy observadora, mencionó algo que me parece muy interesante y de lo que no se suele hablar apenas. Y es cómo el cuerpo reacciona cuándo decidimos hacer cambios hacia un estilo de vida más saludable.
Digamos que es paradójico, pero cuando venimos de ciertos hábitos o prácticas que nos han venido acompañando por un largo tiempo (quizás toda la vida), que no son suaves y saludables con el cuerpo, muchas veces al hacer cambios a mejor, empezamos a presentar síntomas de malestar que nunca antes habían aparecido con tanta intensidad.
Y es que este proceso de vuelta a lo que es adecuado y nutritivo para nosotras requiere de un ESFUERZO ADAPTATIVO por parte de todos nuestros sistemas, sobretodo cuando los cambios los hacemos de manera rápida e inmediata.
Al iniciar una desintoxicación, el cuerpo puede comenzar a liberar toxinas acumuladas en el tejido adiposo y otros órganos. Estas toxinas, al ser liberadas en el torrente sanguíneo para ser eliminadas, pueden causar síntomas como dolores de cabeza, náuseas, fatiga, erupciones cutáneas o desencadenar una respuesta inflamatoria temporal.
Otra de las formass frecuentes al cambiar repentinamente la dieta, especialmente si se reduce drásticamente el consumo de azúcar, cafeína, alcohol o alimentos procesados, es la aparición de síntomas de abstinencia, como irritabilidad, ansiedad, dolores de cabeza y cansancio.
La adaptación metabólica del cuerpo para enfrentarse a los cambios en la ingesta de nutrientes puede desencadenar fluctuaciones en los niveles de energía y el estado de ánimo, lo que puede hacer que sientas ansiedad y un sueño o fatiga excesivos.
Una vez el cuerpo se ha readaptado, has de tener en cuenta que volver a hábitos tóxicos tendrá un impacto multiplicado en todo tu organismo, que ya ha empezado a trabajar en su autorreparación y modificación de tu microbiota, que digamos se hará "hipersensible" a aquellas conductas que antes podías ni notar, pero que ahora se sienten como de verdad son.
Es como un despertar de la sensibilidad que siempre estuvo presente, pero que, debido a la anestesia generalizada provocada por la activación de tu sistema de supervivencia, no podías sentir.
Para mí, es esencial que estos cambios se realicen de forma gradual y con la guía de un/a profesional. Esto nos ayudará a hacer las adaptaciones de la manera más suave posible, brindando a nuestro cuerpo la paciencia, la comprensión y el tiempo necesarios para readaptarse y recuperar su capacidad inherentemente sanadora.